EL ARTE DEL MERCADO DE ARTE / Alejandra de la Torre

Dicen que el mercado de arte, como cualquier otro mercado, se rige por la ley de la oferta y la demanda; y en el caso que nos ocupa la demanda esta superando a la oferta.
De acuerdo con la página Artprice el crecimiento del mercado está guiado por el aumento de los compradores, para ser exactos 544 por ciento en los últimos dez años[1]. Esto quiere decir en primer lugar, que el arte como los derechos humanos, se está democratizando; no obstante al igual que éstos son privilegio de aquellos que tengan la suficiente capacidad económica para consumirlo; puesto que [en segundo lugar] el valor de las obras aumenta vertiginosamente debido a que éstas permanecen inmutables al mismo tiempo que el número de consumidores de arte se exponencía.
En este sentido Ana Sokoloff, asesora y dealer de arte en Nueva York, afirma que la creciente demanda a principios de este siglo provocó la necesidad de un mayor flujo de obras[2]. De manera paralela David Norman, vicepresidente ejecutivo de Sotheby’s, comenta que el valor de una obra se debe a que hay millonarios que están dispuestos a pagar precios altos por obras que son muy raras [...] y termina ...tiene que ver con la demanda[3].
En este sentido cabe formular la cuestión de cuál es, entonces, la relación entre arte y mercado. Puesto que si el flujo de obras aumentó quiere decir que los antiguos poseedores de éstas las vendieron, por lo tanto lo que se valoró en esta transacción fue el valor del intercambio más allá del valor intrínseco de una obra.
Y si todas las obras al final siguen siendo arte, ¿qué es lo que hace que el Number 5 de Jackson Pollock se haya cotizado en 140 millones de dólares y el L'Homme au balcon de Gustave Caillebotte en 14 millones de dólares?
El hecho que "Number 5" cotice tan caro tiene que ver con los cinco aspectos fundamentales para valorar el arte de Ana María Battistozzi: la procedencia, la época de la obra, la originalidad, la autoria comprobada del artista y aspectos diversos que tienen que ver con la sensibilidad[4].
En consecuencia Jackson Pollock, sin afán de criticar su obra a falta de un parámetro profesional, fue afortunado de nacer norteamericano y no latinoamericano, africano o asiático; además de otra suerte de subjetividades que contribuyeron a valorar su obra en tan cuantiosa suma.
Siguiendo la misma línea de análisis, la providencia en las relaciones interpersonales del artista funge como un aspecto determinante en la valoración de su obra; puesto que como Renoir afirmaba, el mejor indicador del valor de un cuadro es la sala de subastas[5] y para llegar hasta ese punto se requiere de un arduo trabajo de relaciones públicas. Por lo tanto, además de la arbitrariedad geográfica la valoración del arte tiene que ver con location, location, location...y finalmente, con el petróleo.
El petróleo, como aliciente de las guerras del siglo XXI, ha logrado desestabilizar los mercados generando la tan temida especulación; de esta manera, los inversionistas decepcionados y temerosos de los mercados tadicionales a los cuales dirigir el dinero ocioso para convertirlo en negocio, han contemplado el mercado de arte como una opción deseable por ser altamente rentable y seguro.
Ello convierte al arte en una mercancía despojada de cualquier indicio de valor intrínseco, puesto que éste es indirectamente proporcional a su valor en USD; esto es, el arte comprado como inversión, muchas veces los cuadros van a parar a lugares segurísimos [...]. Y nadie nunca más los ve. Esto es, el arte deja de ser arte puesto que ya no sirve para sentir, para vibrar, para entender[6].
Es por ello que finalmente puede ser afirmado que el arte del mercado de arte tiene que ver, más allá de la ley de la oferta y la demanda, con los derechos humanos, con lo abultada que esté la billetera, la fortuna, la arbitrariedad geografía, location location location, con las desafortunadas guerras por el petróleo e incluso con otras cosas que ya ni siquiera tienen que ver con el arte.

FUENTES
BATTISTOZZI, Ana María (2006). Con Picasso, la cifra se justifica. Disponible en: http://www.clarin.com/diario/2006/05/05/sociedad/s-04501.htm
BRITO, Sara en CNN Expansión (2006). México está que arte. Disponible en: http://www.cnnexpansion.com/xslTransform?xmlurl=http://www.expansion.com.mx/articulo.asp?cve=956_20&xslurl=http://www.cnnexpansion.com/xsl/xpaarticulo.xsl
FIEL, Cecilia (2006). Arte y mercado: ¿qué tiene que tener un cuadro para valer millones?. Disponible en: http://www.clarin.com/diario/2006/05/05/sociedad/s-04501.htm
KOLESNIKOV, Patricia (2006). Esas obras han muerto. Disponible en: http://www.clarin.com/diario/2006/05/05/sociedad/s-04501.htm
MARTÍN Martín, Jesús Ángel (2005). Arte y Mercado. Disponible en: http://www.gestioncultural.org/gc/boletin/pdf/bgc12-JMartin.pdf

NOTAS
[1] BRITO, Sara en CNN Expansión (2006). México está que arte. Disponible en: http://www.cnnexpansion.com/xslTransform?xmlurl=http://www.expansion.com.mx/articulo.asp?cve=956_20&xslurl=http://www.cnnexpansion.com/xsl/xpaarticulo.xsl
[2] Idem
[3] FIEL, Cecilia (2006). Arte y mercado: ¿qué tiene que tener un cuadro para valer millones?. Disponible en: http://www.clarin.com/diario/2006/05/05/sociedad/s-04501.htm
[4] BATTISTOZZI, Ana María (2006). Con Picasso, la cifra se justifica. Disponible en: http://www.clarin.com/diario/2006/05/05/sociedad/s-04501.htm
[5] MARTÍN Martín, Jesús Ángel (2005). Arte y Mercado. Disponible en: http://www.gestioncultural.org/gc/boletin/pdf/bgc12-JMartin.pdf
[6] KOLESNIKOV, Patricia (2006). Esas obras han muerto. Disponible en: http://www.clarin.com/diario/2006/05/05/sociedad/s-04501.htm

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