heterotopo

Entre 20 y 100 pesos ha de ver ganado el “viene viene” del estacionamiento del F.Bolko del sábado 26 de enero. Sucede que el lugar estaba solo, solo éramos Christian, Marlon y yo; y no era muy temprano que digamos. Al entrar al lugar, note que ya no era el gran almacén que solía ser antes, ahora está dividido en dos (la segunda parte la divide una cortina de lona que esconde un escenario para diversas actividades) y lo hace verse más pequeño. Pero aun así, el lugar no pierde su estilo único de exhibición. Aun tiene algunos cuadros en exposición y en si la decoración es a base de obras de arte que se usan como parte del inmueble, tales como televisiones usadas de mesas y carritos de mandado como sillas.
De los cuadros que se exhibían, el que más me llamo la atención fue el de la máscara de un luchador de lucha libre. De cierto tiempo a la fecha, las luchas se han ido posicionando en una forma de entretenimiento no solo para las clases bajas, sino también para la media y la alta; inclusive encontramos aficionados extranjeros que llevan como suvenir mexicano la máscara del Santo o figuritas de estos luchadores.
Este cuadro básicamente consistía en una base negra la cual le sobresaltaba una franja blanca que formaba el perfil del luchador. El color negro impone un carácter malicioso, fuerte y enigmático, pues abarca la mayoría del cuadro. La franja blanca impone las facciones físicas del luchador, nariz y boca grande; al igual que los ojos, pero al acercarme note que dentro del ojo, tenia sobrepuesto un corazón, que desde mi punto de vista simula que es la parte más sensible de un luchador.
Scott Neri, de origen tapatío, estudio artes plásticas, cine, video y guionismo. Sus obras también han sido plasmadas en portadas de libros y de discos compactos. Autor de 2 libros llamados Ritos (1997) y Extrañas Extrañas (1998). Colabora actualmente con Carlos Larracilla y Enrique Monraz.